Un vino es saludable cuando el proceso de elaboración ha respetado su ritmo tanto en el campo como en la bodega. Es un vino que no ha sido afectado por elementos químicos agresivos que lo modifiquen y, que además nos afecten a nosotros.
Hallaremos salud en una copa de vino cuando no hayan sido incorporados en el proceso de elaboración aditivos químicos, estabilizantes, correctores u otros componentes que no sean de origen orgánico y alteren su esencia. Tomar una copa de vino al día es saludable. Consumir vino de forma moderada, en concreto el vino tinto, va bien para prevenir enfermedades cardiovasculares y muestra un efecto antioxidante que puede ayudar a prevenir enfermedades cancerígenas.
Desde el 2010, la bodega familiar del Massis del Garraf Torre del Veguer ha apostado por la viticultura ecológica, siendo el X&XV su primer vino con sello ecológico. A partir de la actual cosecha 2016 el 100% de los vinos de Torre del Veguer serán ecológicos.
Elaborar vino ecológico implica cumplir unas normas específicas marcadas por la legislación europea (en vigor desde el 1 de agosto del 2012). En el caso catalán la CCPAE (Consell Català de la Producció Agrària Ecològica) es el organismo encargado de otorgar a las empresas elaboradoras de productos ecológicos un distintivo que garantiza frente al consumidor final, que se cumplen una serie de exigencias en el tratamiento de la viña, elaboración y embotellado. Los tratamientos que se hacen, por ejemplo, tienen que estar en consonancia con el entorno y no se deben añadir sustancias derivadas de la síntesis química. Es decir, alteradas artificialmente para obtener mejoras, aumentar productividad etc… en comparación con el uso de productos naturales. Dichos productos son respetuosos con el medio ambiente y ayudan su preservación.
A pesar de que en agricultura ecológica los rendimientos por hectárea disminuyen, los productos son entorno al 30% más caros que los convencionales, que estamos más desprotegidos que otros viticultores que usan productos no ecológicos, que tenemos que parar el tractor y necesitamos muchos más trabajadores en la viña respecto a los productores tradicionales, nuestra manera de entender la vida nos hace ir por este camino. Aunque es arriesgado pensamos que merece la pena, ¡por eso animamos a todos los viticultores y enólogos se unan si no lo han hecho aún!